Archive for 18 de noviembre de 2009

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Blacky, Capítulo XII: Mi Blacky

noviembre 18, 2009

¿Puede existir una persona que sea más fiel que ella, o que cualquier perro de los que he tenido?

Esta es la pregunta que me hago, después de llevar un año conmigo esta preciosa gata. Si precisamente me la hago, es porque ya empiezo a dudar que exista alguien que sea cien por cien fiel tanto a si mismo como a las personas que se supone quiere. Tanta es mi duda que ya empiezo, incluso, a dudar de mi misma.

Pero, aunque este relacionado, el tema es la reina de la casa. Que después de tantas penurias, batallas, momentos buenos y malos, sigue aquí conmigo. ¿Por qué? No lo sé. Podría haberse marchado, ya que sigue en su adorada mansión en la calle, y ha tenido toda la libertad del mundo para cualquier día decidir si querría irse con alguien mejor, que la cuidara mejor y se preocupara más de ella, pues estoy segura que con su encanto, cualquiera la habría aceptado e incluso dado más calor que yo.

Ha tenido que sufrir el gélido invierno segoviano en su mansión al aire libre, ha tenido que sufrir el ataque de una silla de playa varias veces cuando la tempestad se enfurecía, ha tenido que defender su comida y su territorio contra diversos enemigos, ha tenido que soportar las altas temperaturas del verano sola e incluso varios días sin comida ni agua, y por todo esto y muchas aventuras que habrá tenido que vivir todavía más sola o a lo mejor con Gato Malo alias «Otto», podría haberse ido.

Pero no. No sólo no se ha ido, sino que cada día que pasa siento que me quiere más, que agradece y valora todo lo que hago por ella por mínimo que sea. Siempre está en la puerta esperándome, maullando como una desesperada para que la haga carantoñas y la de mimitos. Por supuesto también para que la dé de comer. Es el colmo de la fidelidad.

Ya había observado este comportamiento con mis perros, siempre tontorrones y dispuestos a que juegues con ellos y les quieras, siempre tan agradecidos y adorables. Pero nunca, jamás podría haber imaginado que un gato, en este caso una gata, podría llegar a ser tan fiel o incluso si cabe mucho más que ellos. Siempre creí a este animal con cierta independencia y personalidad, y que ello hacía de él, un ser arisco e indeseable. Y estoy gratamente sorprendida de que haya sido todo lo contrario, y de poder sentir esta experiencia con ella.

Cada día que pasa la quiero más, es tan pequeñita, suave, negrita y a la vez para mi tan indefensa, que mi instinto sólo me dice que la proteja por encima de todo. Y la verdad no me hace falta comunicarme con ella, aunque a veces lo parezca para mi hermana, ya que la encanta el sonido de mi voz y maulla cada vez que digo una palabra, para darme cuenta del inmenso aprecio que me tiene.

Y como creo que esta vez he ilustrado algo mejor lo que siento, no voy a poner una foto, ya que la que mejor lo reflejaría sería una de mi misma con mi panterita, y prefiero no hacerlo.

.Reina de Hielo.

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Rimas de Bécquer

noviembre 18, 2009

Sólo un genio puede llegar a escribir cosas como estas:

XI

-Yo soy ardiente, yo soy morena,

yo soy el símbolo de la pasión,

de ansias de goces mi alma está llena,

¿A mí me buscas?

-No es a ti, no.

-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,

puedo brindarte dichas sin fin.

Yo de ternura guardo un tesoro.

¿A mi me llamas?

-No; no es a ti.

-Yo soy un sueño, un imposible,

vano fantasma de niebla y luz.

Soy incorpórea, soy intangible;

no puedo amarte.

-¡Oh, ven; ven tú!

Gustavo Adolfo Bécquer.

.Reina de Hielo.